29.4.05

Vacío

A veces, sin más, sin motivo aparente, todo parece roto y el silencio, antes aterrador, se vuelve una quimera; la nada... una esperanza sutil.

28.4.05

Azul

"(...)Señor, ha tiempo que yo canto el verbo del porvenir. He tenido mis alas al huracán, he nacido en el tiempo de la aurora; busco la raza escogida que debe esperar, con el himno en la boca y la lira en la mano, la salida del gran sol. He abandonado la inspiración de la ciudad malsana, la alcoba llena de perfumes, la musa de carne que llena el alma de pequeñez y el rostro de polvos de arroz. He roto el arpa adulona de las cuerdas débiles contra las copas de Bohemia y las jarras donde espumea el vino que embriaga sin dar fortaleza; he arrojado el manto que me hacía parecer histrión o mujer, y he vestido de modo salvaje y espléndido; mi harapo es de púrpura. He ido a la selva, donde he quedado vigoroso y ahíto de leche fecunda y licor de nueva vida; y en la ribera del mar áspero, sacudiendo la cabeza bajo la fuerte y negra tempestad, como un ángel soberbio, o como un semidiós olímpico, he ensayado el yambo dando al olvido el madrigal. He acariciado a la gran Naturaleza, y he buscado el calor ideal, el verso que está en el astro, en el fondo del cielo, y el que está en la perla, en lo profundo del océano. ¡He querido ser pujante! Porque viene el tiempo de las grandes revoluciones, con un Mesías todo luz, todo agitación y potencia, y es preciso recibir su espíritu con el poema que sea arco triunfal, de estrofas de acero, de estrofas de oro, de estrofas de amor. ¡ Señor, el arte no está en los fríos envoltorios de mármol, ni en los cuadros lamidos; ni en el excelente señor Ohnet! ¡Señor! El arte no viste pantalones, ni habla burgués, ni pone los puntos en todas las íes. Él es augusto, tiene mantos de oro, o de llamas, o anda desnudo, y amasa la greda con fiebre, y pinta con luz, y es opulento, y da golpes de ala como las águilas o zarpazos como los leones. Señor, entre un Apolo y un ganso, preferid el Apolo, aunque el uno sea de tierra cocida y el otro de marfil. (...)"
Rubén Darío

26.4.05

Tiempo de ocio

(está claro que esta semana toca aburrirse en el trabajo)

1-¿Cuál es su mayor temor?
Que el cielo caiga sobre mi cabeza (es que me caí en la marmita de la poción mágica cuando era pequeña)
2-¿Qué idea tiene de la felicidad completa?
Que suele estar en las pequeñas cosas (y no es un tópico), en los momentos más sencillos, que no simples.
3-¿Qué es lo que menos le gusta de usted?
Mi inconstancia.
4-¿Cuál es su mayor extravagancia?
Mmmm... Habría que preguntar a quienes me rodean. Yo considero que lo que hago es lo lógico (puede que ésta sea mi mayor extravagancia).
5-¿Qué figura histórica le gusta más?
Jacques de Molay.
6-¿Cuál es su viaje favorito?
Cualquiera. Moverse es ganar tiempo al tiempo.
7-¿Cuál considera la mayor virtud?
El valor.
8-¿Es también la suya?
Lo intento.
9-¿Qué detesta de su apariencia?
Mmm... Creo que nada (es que no tengo abuelas).
10-¿Cuál es la persona que más desprecia?
Lucía Etxebarría, sin ánimo de ofender a nadie.
11-¿Qué palabra o frase usa con más frecuencia?
Tengo mieditos... Paradojas de la vida (ver respuestas nº 7 y 8)
12-¿El mayor amor de su vida?
Mi hermana.
13-¿Cuándo miente?
Cuando no me queda otro remedio.
14-¿Su héroe de ficción favorito?
El Conde de Montecristo, porque es casi un antihéroe.
15-¿Qué considera su mayor éxito?
Seguir sonriendo, siempre, a pesar de todo.
16-¿Cuál es su tesoro más querido?
Mis libros y mis recuerdos.
17-¿Su ocupación favorita?
Depende del día, soy muy inconstante. Pero, generalmente, escribir.
18-¿Cualidad que prefiere en un hombre?
El sentido del humor.
19-¿Y en una mujer?
Lo mismo. No hago distinciones.
20-¿Los defectos que no soporta de ambos?
La pasividad ante la vida. Me gusta la gente que está viva.
21-¿Cuál sería su mayor desgracia?
No me gusta pensar en las desgracias.
22-¿Cómo le gustaría ser?
Libre.
23-¿Qué color prefiere?
El azul.
24-¿Su flor favorita?
La amapola.
25-¿Un olor que recuerde?
Plastilina, en el colegio.
26-¿Un pájaro?
¿Caballo con alas cuenta como pájaro? Si no, el cuervo
27-¿Admira algún hecho militar?
No.
28-¿Qué señalaría como la mayor bajeza?
El autoengaño
29-¿Dónde legustaría vivir?
En cualquier lugar, siempre que haya sol y esté cerca el mar
30-¿Qué talento le hubiera gustado tener?
El de dibujar. Intento aprender, pero no es lo mío.
31-¿Sus escritores preferidos?
Los negros de Dumas, entre otro muchos. Kerouac, Umberto Eco... No me decido. Me gustan demasiados
32-¿Músicos, compositores?
Todo lo que suene a Manchester en los 90 (y REM)
33-¿Pintores, otras bellas artes?
Admirarás las de Dalí por encima de todas las obras.
34-¿Tiene héroes de carne y hueso?
Pocos, pero alguno sí. Todos anónimos.
35-¿Cómo le gustaría morir?
Con dignidad, ante todo.
36-¿Qué persona querría ser si pudiera reencarnarse?
Volvería a ser yo. Con lo que me ha costado entenderme, ¿para qué cambiar?
37-¿Qué reforma social o cambio admira?
La Revolución Francesa.
38-¿Bajo que bandera batallaría?
No creo en las banderas, ni en las batallas.
39-¿Qué don de la naturaleza le gustaría tener?
El de volar.
40-Dígame sus nombres favoritos.
Breogán, porque suena como un mantra.
41-¿Cuál es su lema?
La vida es demasiado corta como para pensárselo dos veces.
42-¿Su mayor aversión?
Hoy, el tamagochi de mi hermana.
43-¿De qué se arrepiente?
De todo lo que no he hecho por temor.
44-¿Tiene alguna pasión?
Demasiadas... Pero principalmente la historia.
45-Recomiéndeme una hierba.
¿Hierba... o yerba?
46-¿Estado actual de su espíritu?
Disperso, pero alegre, o no... En fin, confuso.
47-¿Qué se pregunta usted?
¿Por qué acabo de hacer este cuestionario tan chorras?

25.4.05

Mascotas virtuales


Esta mañana me ha sonado el móvil mientras trabajaba. Era mi madre. Qué susto. ¿Habrá pasado algo?
-Brianda,- dijo ella- es por el tamagochi de tu hermana. Es que está pitando y no sé qué hacer.
¡No me lo podía creer! ¿De verdad acababa de oir aquéllo o era una pesadilla?
-Déjalo en su habitación. Ya se callará. ¡O quítale las pilas!
Y de pronto fue como volver atrás en el tiempo...
Hace unos años a una de mis compañeras de piso su novio le regaló un Furby por Navidad. A todos nos hizo mucha gracia, al menos los dos primeros días. A la semana estábamos hasta las narices del bichejo asqueroso.
No se callaba nunca: Furby tene miedo; Queres jugar con mi?; Papi, mami, furby siente solo... Y con esa voz tétrica que sonaba a cualquier hora.
Un día no lo aguantamos más: estábamos viendo una película en el salón, los demás habían salido. De pronto aquel monstruito abrió los ojos y empezó a lloriquear. Lo cojí y lo llevé a la habitación contigua, lo metí debajo de las mantas y lo dejé allí quejándose con su vocecilla informal.
He de reconocerlo: se nos olvidó sacarlo de allí cuando nos fuimos para cama.
A las tantas de la mañana sonó un grito aterrador por toda la casa:
¡QUIÉN HA METIDO AL PUTO BICHO EN MI CAMA!
Lo confieso, no me arrepentí. No era precisamente nuestra compañera de piso favorita, y no recuerdo jamás haberme despertado riendo a carcajadas como aquella noche.
Pero, a partir de entonces todos hicimos un pacto: nada de mascotas virtuales en nuestras vidas.Esta mañana, sin embargo, el pánico se apoderó de mí: ¿por qué de repente siento que voy a tener que hacerme cargo del tamagochi de mi hermana en cualquier momento?
Brianda tene miedo!!

24.4.05

Pensamientos paralelos

A veces se me olvida que sólo tiene 8 años, y aún así no deja de sorprenderme.
Hoy mi hermana se puso a ojear el periódico y preguntó:
¿Que són estas páginas naranjas?
-Las ofertas de trabajo.- le dije.
-¡Ah! Las ofertas... Entonces en estos sitios te pagan menos por el mismo trabajo,¿no?
-Algo así.
El problema es que hoy en día casi todas las empresas están de saldo.

23.4.05

La chispa de la vida

Este no es un post sobre la coca cola, no. Es un post sobre mi vida, sobre algo que comienza a ser algo más que un problema: el campo magnético que me rodea. Trabajo encerrada en una habitación llena de monitores, CPUs, magnetos, cables... En fin, de elctricidad. Y mis compañeros dicen que estoy loca cuando achaco sus dolores de cabeza o sus zumbidos de oído (que ya son crónicos) a este hecho. Pero, sino cómo se explica que después de una larga jornada de trabajo si tocamos cualquier superficie de metal surjan chispas. Y no hablo de pequeños calambrazos, no. Hablo de chispas grandes, brillantes y perfectamente visibles. Al principio me asustaba; luego aprendí a sobrellevarlo y descubrí que el contacto con la tierra suaviza los efectos. Así fue como comencé a dedicarme a la jardinería en mis ratos libres. No es que me apasione, pero me encuentro mucho mejor. Pero después de un par de semanas de curro como estas el problema ha vuelto, y ahora a ver quién le hace entender a Juan que lo que pasó el otro día cuando sin querer rocé su mano fue tan sólo porque él llevaba un anillo y no porque entre nosostros exista mucha química. Si así fuese, hace tiempo que tendría que haberme enrollado con uno de los carritos del Carrefour, que cada vez que los toco saltan fuegos artificiales... Pero él no quiere entenderlo.
En fin, creo que a partir de ahora tendré que ponerme guantes para salir de casa...

22.4.05

Tiempo de render



Llevo dos semanas trabajando contrarreloj yt durmiendo muy poco; y tres días observando cómo el contador del render avanza lentamente. Bueno, no render, sino process. Es que es una máquina mega y muy cara; la única diferencia radica en la nomenclatura de ese tipo de cosas, por lo demás hace lo mismo. pues eso, viendo como el Processing avanza: 1:59-1:58-1:57... La vida en 1 segundo no pasa tan deprisa.
Y he tenido tiempo para pensar, y he mantenido conversaciones tan surrealistas... a ver si logro poner algo de orden en esta cabecita.
Para que veais hasta que grado de rereza hemos llegado estos días, reproduciré una de las conversaciones:

Miércoles, 11:30pm. Más de 12 horas trabajando encerrados en un pequeño y oscuro habitáculo):

brianda: ¿Te imaginas lo que sería se llevásemos un contador delante en la vida para marcar el tiempo que te queda?
J: Buf! Qué agobio!
mónica: Yo creo que me suicidaría.
brianda: Sí, eso estaría bien, porque entonces pondría 5,4,3,2...
mónica: Ya. Y eso daría mal rollo y bajaría la pistola.
brianda: y otra vez 1000,999,998...
mónica: bueno, sí que me suicido.
brianda: 5,4,3,2...
mónica: bueno, pues no!
brianda: 997,996,995...
J:Buf! Qué agobio.

Como podreis observar, a estas alturas los tres necesitamos una urgente desfragmentación del disco duro. Demasiado render para tan poco tiempo. Puede que yo necesite incluso un formateo total.
Me voy a dormir.

20.4.05

Amapolalgia



Porque he pintado de amapolas el llanto de la hojarasca
y tus ojos verde tierra son de mirar infinito.
Porque el susurro de la luna lleva el nombre del olvido,
y nomeolvides es tan sólo el nombre de una flor.

19.4.05

La niña de mis ojos



La niña de mis ojos es una niña valiente porque aún cree en las palabras de aquel viejo del tren; cuando él le dijo que llevaba en la frente la estrella de un ángel caído y en las manos la fuerza para mover el viento.
¿En qué momento me he olvidado de ella?

17.4.05

y una constelación que sólo es mía

"No cesas en mi alma. Siempre vuelves.
Tiene la noche sus acacias blancas
y un rumor que es de mar. Siempre retornas.
Noviembre crece y morirá en mis manos.

Pienso en tu sueño: todo lo que ignoro.
También la noche muy amada, calla.
Tiene la lumbre de los infinitos
y una constelación que sólo es mía.

Ayer te había olvidado. Siempre olvido.
(Llega el cansancio por las venas hondas
y hasta la noche se retira al Este.)

Busco el silencio porque tú lo amas;
y en el silencio todo son presencias.
¡Canta voz mía!¡No enmudezcas nunca!"


La Presencia, Irma Cuña

15.4.05

Paradojas

Hace años no miraste al cruzar la calle y Andrés casi te atropella. Frenó a tiempo pero tuvo que parar un rato para recuperarse del susto. No llegó a la reunión y Juan se fue a casa cabreado, por lo que acabó discutiendo con su mujer, como cada noche. Pero Amalia no deseaba discutir en aquella ocasión; era el día de su aniversario y él se había olvidado. Amalia hizo las maletas y se fue a casa de su hermana Cristina.
Cristina le pidió a Tom, su compañero de piso y estudiante de Erasmus, que bajase al 24 horas a por chocolate, pues era lo único que se le ocurría para animar a Amalia.
Tom, aprovechando que estaba en la calle, se acercó hasta la cabina para llamar a su padre. A esas horas debía estar amaneciendo en su ciudad.
Henry conducía camino del trabajo cuando le sonó el móvil: era su hijo Tom. Como hacía casi 15 días que no hablaba con él y estaba preocupado, decidió contestar. Al coger el teléfono se despistó y atropelló a Michael, un científico poco brillante que trabajaba para la universidad de Berckeley. Afortunadamente, sólo sufrió una pequeña lesión en la cabeza, nada grave, en principio.
Michael no fue el mismo después del accidente. Comenzó a trabajar con fervor en varios proyectos que se declararon inviables cuando se le inhabilitó. Michael pasará el resto de sus días en un sanatorio mental.
Sarah, una de las alumnas de Michael, comenzó a estudiar los "locos" proyectos que su profesor había dejado a medias, en concreto uno sobre la velocidad de la luz.
Tras varios meses de trabajo, Sarah logró terminarlo, subió al vehículo y lo estrenó. Una hora después tuvo que parar, pues había pasado la noche trabajando y bebiendo café y debía ir al baño. En ese momento yo salía de casa para ir a comprar tabaco. Cuando logré asimilar sus explicaciones y después de dejarle usar mi cuarto de baño, acepté la invitación de Sarah para acompañarla en su aventura.
Durante unas horas viajamos en aquel trasto y después me devolvió a mi casa. Ahora, cuando me miro en un espejo, no me veo reflejada...
La próxima vez que cruces la calle piensa bien lo que vas a hacer...

14.4.05

Los ojos de Lucas



Hace poco alguien me preguntó cual era el motivo por el que escribo. Se me ocurrieron mil y una respuestas, todas falsas. Lo cierto es que yo no escribo; simplemente invento mundos y personajes y los paso al papel para que cobren vida.
Así de sencillo: escribo porque me hace feliz que ellos existan.

Y de todos los personajes que habitan en mi loca cabecita, sin duda Lucas es uno de los que más aprecio.

Porque Lucas no es un héroe ni pretende serlo. Él es torpe e inseguro, vulgar, mediocre; y no desea cambiar de vida aunque se vea forzado a ello una yotra vez.
Lucas no es feliz, pero tampoco infeliz. Lucas, simplemente, es.

Tal vez si aceptase de una vez por todas cuánto me parezco a él, todo sería más sencillo. Pero sé que mi vanidad jamás me lo permitirá.

El Cantábrico es un curioso mar...

"La niña de agua", la llamaban; y su cuerpo sabía a sal. Su hogar, allí, en el último lugar de la tierra. Navia aprendió, pronto, y fue capaz de distinguir una voz en el rugido de las olas al quebrarse contra las rocas. Sangre blanca. Herido en el último esfuerzo por alcanzarla, pues el océano quiere para sí lo que suyo es.
Era inmenso, azul, hermoso y libre. Y se creyó demasiado poderoso, se creía demasiado poderoso porque ella le daba la fuerza para serlo.
Existe un lugar, al norte de un recóndito país, donde la naturaleza habla; y todos los que visitan el lugar y prestan atención pueden escuchar en la voz del viento ecos lejanos de historias ya pasadas… Próximo a una pequeña villa marinera, junto a un cabo de gigantescos acantilados, rugen las olas de un océano feroz, de cuyo horizonte siempre es dueño la niebla. Y allí, señorial y esplendoroso entre las rocas, testigo inmutable del tiempo y del olvido, se yergue el antiguo faro todavía custodio de la trágica leyenda.

EL MAR DE NAVIA

Muchas generaciones ha que vivían en el lugar Ezequiel y Arduína. Una convivencia feliz en aquellos remotos parajes, atendiendo con cariño y disciplina sus funciones de fareros y viendo crecer lentamente a su única hija.
Mas decían las malas lenguas por aquel entonces, que aquella hija era fruto de un pacto con los dioses, pues había llegado siendo el matrimonio ya muy mayor y un aura de misterio rodeaba aquel nacimiento. Fue una oscura noche la del alumbramiento: la tempestad se desató, las olas treparon por las afiladas paredes de piedra y el océano rugió dando la bienvenida a la pequeña. Y nació, con los ojos azules como el mar revuelto; la niña de agua. El océano, que había enloquecido y desplegado todo su poder para recibirla le dio nombre: Navia. Así era como los antiguos se habrían referido a la diosa de las aguas.
Y Navia aprendió. Cuando escuchó cómo él rugía desesperado su nombre al romperse contra la piedra, Navia entendió su idioma. La joven de agua; y por su sangre fluía la llamada de las olas; y su piel se nutria del viento gélido y salado, el beso del océano.
En ocasiones, ella bajaba hasta la playa y caminaba a través de las ondas blancas que se acostaban lentamente sobre la arena. Primero, un golpe frío en las piernas, como un látigo de hielo. Pronto llegaba el cosquilleo envolvente, aliento de agua y sal. Entonces Navia se sumergía completamente y él la envolvía, la atravesaba, la levantaba, la sumergía de nuevo, hasta devolverla de nuevo a la orilla y allí, tumbada, la rodeaba con espuma.
Era una hermosa muchacha y pronto muchos jóvenes marineros de la villa pretendieron su mano. No es bueno desafiar al océano; puede enfurecer, sin previo aviso, delirante de rabia; y así fue: crestas titánicas se derramaron sobre las costas donde se hundieron por docenas los marineros en sus botes sorprendidos por el fuerte oleaje repentino. Asombrosamente no había muchos muertos en aquellas tempestades, salvo aquellos que habían deseado para sí a la hija de los fareros. A éstos, el océano los engulló con furia, arrojando después sus cuerpos sin vida a tierra. No es bueno desafiar al océano…
Pronto todos tuvieron miedo de aquella muchacha, todos excepto él. Abel dejó de temer en el mismo instante en el que vio aquellos ojos. ¿Has sentido alguna vez ese escalofrío? Te inunda el alma, te envuelve. El vértigo convertido en aire… Es un instante, apenas apreciable, fugaz, pero eterno… Y Navia se perdió en los ojos de Abel, ojos de hierba y tierra. Y su cuerpo sabía al fuego. Y entonces ocurrió: un rugido ensordecedor, un grito de rabia surgido de las entrañas mismas del océano y una ola que se levantó con cólera sobre la costa; después, el retumbar sordo de la espuma y silencio… El océano enmudeció, de repente, y Abel comprendió que no volvería a verla jamás.
Muchas generaciones han visto ponerse el sol desde aquel fatídico atardecer, y mucho se ha dicho desde entonces de lo que allí ocurrió, mas nadie lo supo nunca con certeza. No preguntaron a quien debían: a mí, que vi el último abrazo de los amantes, que sequé con mi aliento el dolor hecho lágrimas de los padres, que empujé con mis manos aladas los gritos del joven y vi cómo se convertía en piedra mientras el océano mudaba en mar.
Nadie me preguntó, y yo mucho sabía.
Hoy, aquél océano es un mar salvaje que se cree libre y quiere marcharse lejos. Lo intenta sin cesar y finalmente vuelve a deshacerse contra la piedra. Besos que saben a sal y a tierra; besos que saben a agua y hierba. ¿Has sentido alguna vez ese escalofrío?
Tal vez esta historia no interese ya a nadie después de tanto tiempo, pero yo aún me conmueve cuando algún anciano del lugar me permite balancear suavemente un susurro temeroso y triste: "El mar de Navia… y la piedra de Abel".

12.4.05

Bienvenidos...

...a mi humilde morada.

Hogar, dulce hogar.

Hace tiempo alguien a quien quiero demasiado para que hubiese dicho aquello me confirmó que jamás sería feliz. Intenté explicarle que era más sencillo de lo que él creía y se enfadó conmigo. Desde entonces él es feliz y todo a mi alrededor parece estar roto, pero voy a seguir resistiendo, contra viento y marea.
Por eso he decidido empezar un nuevo blog, un cambio de aires me vendrá bien. Por eso y por que antes de decidir del todo irme de casa, voy a probar una mudanza virtual.
En fin, ya que estais aquí, pasad hasta la cocina. Os invito a un café:

Contracorriente

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