23.4.05

La chispa de la vida

Este no es un post sobre la coca cola, no. Es un post sobre mi vida, sobre algo que comienza a ser algo más que un problema: el campo magnético que me rodea. Trabajo encerrada en una habitación llena de monitores, CPUs, magnetos, cables... En fin, de elctricidad. Y mis compañeros dicen que estoy loca cuando achaco sus dolores de cabeza o sus zumbidos de oído (que ya son crónicos) a este hecho. Pero, sino cómo se explica que después de una larga jornada de trabajo si tocamos cualquier superficie de metal surjan chispas. Y no hablo de pequeños calambrazos, no. Hablo de chispas grandes, brillantes y perfectamente visibles. Al principio me asustaba; luego aprendí a sobrellevarlo y descubrí que el contacto con la tierra suaviza los efectos. Así fue como comencé a dedicarme a la jardinería en mis ratos libres. No es que me apasione, pero me encuentro mucho mejor. Pero después de un par de semanas de curro como estas el problema ha vuelto, y ahora a ver quién le hace entender a Juan que lo que pasó el otro día cuando sin querer rocé su mano fue tan sólo porque él llevaba un anillo y no porque entre nosostros exista mucha química. Si así fuese, hace tiempo que tendría que haberme enrollado con uno de los carritos del Carrefour, que cada vez que los toco saltan fuegos artificiales... Pero él no quiere entenderlo.
En fin, creo que a partir de ahora tendré que ponerme guantes para salir de casa...

2 Comments:

At 12:11 p. m., Blogger Lidia said...

Profesor X: "Eric, la humanidad ha evolucionado"
Magneto: "Sí, Charles... Hacia nosotros."

(Es que cuando has puesto la palabra magneto, no he podido resistirlo). Somos una nueva raza... más debil, más paranoica, y con el tiempo lograremos dominar nuestros nuevos poderes. Yo estoy segura de que mis dolores de cabeza se deben a un poder telepático en ciernes (vale, y a la capacidad siempre infinita de joder que tiene tu jefe). ¡Tiembla, humanidad!

 
At 11:52 a. m., Blogger Brianda said...

Pero si tú eres a la que más calambrazos de dan, Mónica... mmm... aplícate el cuento!!
Lidia, sí, ves demasiadas pelis. ;)

 

Publicar un comentario

<< Home

Contracorriente

ahora mismo