27.11.05

Tokio Blues


En los comentarios del post anterior creo que ha quedado claro que, en general, el destino no goza de mucha credibilidad. Me toca hablar a mí. Y no, no creo en el destino. Ciertamente, tampoco sé muy bien en qué creer. Cada día me decanto más por el caos...
Pero, de algún modo, mi propio subconsciente parece negarse a aceptar este hecho y se dedica a ir llenando de miguitas de pan el camino que va creando. A veces lo ignoro; otras le sigo el juego. Y me ha llevado hasta este gran libro que no hace sino continuar esta serie de casualidades, causalidades, sincronías o como demonios se le quieran llamar. La música del azar, que diría Paul Auster, es hoy Tokio Blues:

"Viví la primavera de mis dieciocho años sintiendo esa masa de aire en mi interior... Sigo sin entender por qué me eligió a mí. ¿Me eligió como una víctima más o, más bien, para que la ayudara? Hoy todavía no lo sé. Tanto da... Hubo un breve silencio... Estas cosas las sé muy bien. De pronto las siento y punto. Por ejemplo, ahora que estoy agarrada a ti con fuerza, no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño... Por eso estoy escribiendo. Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito."

Un gran libro. Y por fin una respuesta, aunque no a la eterna pregunta:
¿Dónde terminará este viaje?


6 Comments:

At 2:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Importa dónde termine el viaje?
No creo que nos deba preocupar.

Veo más importante ¿cómo terminaremos el viaje?

 
At 7:13 p. m., Blogger fj said...

Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito

interesante frase, hace algún tiempo q tenía bastante esa sensación...

por cierto, ¿has pensado alguna vez q a lo mejor no es un problema de respuestas sino de hacer las preguntas adecuadas? (ahí lo dejo, q yo tampoco tengo la respuesta...) :p

 
At 12:25 p. m., Blogger Ro said...

te pasé el testigo de una cosa, por si quieres hacerlo :)

 
At 6:42 p. m., Blogger Vicente Torres said...

Como mínimo has de creer en ti misma. Sin ello no se puede vivir.
Saludos,

 
At 12:22 a. m., Anonymous Anónimo said...

Bueno, ¿y por qué tiene que resultarnos tan duro entender y asumir que el azar, el simple azar, es la causa única de todo? Es una explicación simple, clarividente, brillante, perfecta, diría yo. ¿Por qué nos da tanto miedo esa verdad?

 
At 5:53 p. m., Anonymous Anónimo said...

pirata: nada es imposible.
Muy buenas las postdatas!! jajaja :D

yojimbo: esa respuesta es fácil... una caja de madera?

fj: te has pasado completamente al lado místico, eh? ;) Muy buena observación, pero no doy con las preguntas... :(

rowi: visto! me lo estoy currando ya :)

vicente: se puede vivir, conozco a gente q lo hace, pero es más difícil y doloroso

melytta: por supuesto!! ;) Es lo más bonito de todo, el pensar q, a veces incluso sin querer, podamos influir en los viajes de otras personas :)

Carlos, a mi no me da miedo!! De hecho, simplifica bastante las cosas. Sólo le doy vueltas pq tengo demasiado tiempo libre :P

 

Publicar un comentario

<< Home

Contracorriente

ahora mismo