Memorias
Siempre he pensado que escribir unas memorias es como querer dejar un epitafio muy largo; la incapacidad poética de limitarse a unas breves palabras que resuman la propia inexistencia.
Yo creía que tarde o temprano debería escribir las mías, pero puede que al fin haya encontrado el epitafio perfecto.
Y es que hoy, después de descubrir lo peligrosa que puede ser una mancha de aceite en la carretera y de ver cómo el camión de Repsol que llevaba delante se encontraba cada vez más cerca, a toda velocidad, no se me pasó la vida por delante de los ojos como era de suponer, ni siquiera pensé en algo. Mi mente estaba en blanco y me limité a decir en voz alta las que podrían haber sido mis últimas palabras. Finalmente el coche se detuvo, sin más, o puede que porque mi cuerpo, por su cuenta, se dedicó a seguir el instinto de supervivencia e hizo algo de lo que todavía no estoy muy segura, y que puede nunca recuerde.
El caso es que paré el coche y pensé en lo que había dicho. Sí, un gran epitafio:"Ya la jodí."
Das cousiñas de Brianda ás 8:43 a. m.
4 Comments:
Escalofriante...
bueno, no es la mejor manera de pensar en resumenes existenciales, pero me alegro mucho de q salieras bien de la situación... ahora ya tienes bastante tiempo para pulir los matices poéticos del epitafio, no? ;)
Uuufff, yo tb me alegro de q acabara bien :D
Pero yo no pondría ese epitafio, no creo q sea el correcto. Lo de la mancha fue fortuito y gracias a tus super-reflejos y tu pericia como conductora no pasó nada :) jejeje
Así q olvida ese epitafio y ya escribirás las memorias más adelante :)
Bicosss
Lo de la mancha de aceite no fue para tanto, posiblemente lo recuerde más dramático de lo que fue. De todos modos yo creo que es un buen epitafio, con el toque justo de humor negro, no? Como creo haber dicho ya en alguna ocasión: en esta vida no hay que tomarse nada demasiado a coña, pero tampoco demasiado en serio.
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